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El mito de los deberes: Una crítica a la utilidad de los deberes extraescolares

 

Desde hace 17 meses soy padre y con la paternidad estoy descubriendo cosas en las que no me había parado a pensar antes, fruto de tener que tomar decisiones a las que nunca me había tenido que enfrentar. Empieza a acercarse la edad de escolarización y comienzan las dudas en relación al tipo de colegio al que acudirá nuestra hija. Hay muchas variables a tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión, para mí una de las más importantes, gira alrededor de los “deberes” que se tienen que hacer fuera del colegio. Sin ser pedagogo, había diferente motivos por los que me posicionaba en contra de los deberes, por este motivo ha sido reconfortante para mi dar con este libro que argumenta mis dudas en relación a éstos.

Alfie Kohn es un pedagogo estadounidense que ha escrito diversos libros en relación a los sistemas educativos. Este es mi primer acercamiento a este autor y su estilo me recuerda mucho al del pediatra español Carlos Gonzalez . Ambos  hacen una recopilación de una gran cantidad de investigaciones,  analizan meticulosamente los resultados de las mismas y luego se “mojan” dando su punto de vista.

 Las conclusiones a la que llega Kohn en “El mito de los deberes” , a partir de su análisis de la mayor parte de estudios realizados  sobre los deberes, son

  • Los deberes no mejoran el aprendizaje de los alumnos
  • Los deberes no favorecen conductas de responsabilidad en los niños a medida que se van haciendo mayores.
  • Los deberes provocan mucho estrés tanto en los padres como en los alumnos
  • Los políticos y los encargados de hacer las políticas educativas no tienen en cuenta los resultados de las investigaciones sobre la eficacia de los deberes.
  • Los propios investigadores tergiversan los resultados de estas investigaciones.
  • Fomentan las personas eviten cuestionarse prácticas e instituciones por el hecho de “hacerse asi toda la vida”
  • Errores en relación a como se aprenden conceptos más fácilmente, valorando más el aprendizaje mecánico que el aprendizaje reflexivo.
  • Provocan un énfasis en ser más competitivo y aumentar los niveles de exigencia en los alumnos.
  • La creencia de que cualquier práctica con la que los estudiantes se vayan a encontrar más tarde, por improductiva que sea, debería introducirse lo antes posible como entrenamiento.
  • Una desconfianza básica hacia los niños y la forma en que eligen pasar su tiempo.

 

¿Si todas las evidencias apuntan a que los deberes no tienen ninguna utilidad porque se siguen mandando?

Para Kohn los deberes sirven para:

  • Convertirnos en personas sumisas que hacen lo que les pide una autoridad, reduciendo así nuestra capacidad crítica y de libertad.
  • Entrar lo más temprano posible en la rueda del pensamiento occidental de trabajar y consumir, donde se nos valora en función de lo mucho que nos esforzamos en ser productivos.
  • Aumentar la competitividad buscando siempre ser mejor que el otro.
  • Aumentar la segregación, hacer que los niños más inteligentes y con mayor apoyo familiar obtengan mejores resultados académicos –lo que no significa que aprendan más- y los niños menos inteligentes y con menos apoyo familiar obtengan peores resultados académicos.
  • Reforzar la creencia de que la juventud no es buena y hay que tenerlos bajo control. Como decía un sacerdote del SXIII: “Los jóvenes de hoy en día sólo piensan en si mismos. No tienen ningún respeto por los padres o los ancianos. Son impacientes y no admiten restricciones. Hablan como si supieran todo, y lo que entre nosotros pasa por sabiduría para ellos es necedad” ¿Os suena esto?

  Kohn no está en contra de todos los tipos de deberes. Lo que Kohn critica es:

  • Los alumnos tengan que dedicar más horas de las que están en el colegio sistemáticamente para hacer dichas tareas.
  • Que se manden los mismos deberes a todos los alumnos de un aula, sin tener en cuenta las necesidades de cada alumno.
  • Que los deberes estén enfocados a conseguir unos objetivos establecidos mediante pruebas estandarizadas.

Una lectura sumamente estimulante y recomendable que invita  a la reflexión.

Alfie Kohn,  como escritores como Carlos Gonzalez o Roald Dahl, se posicionan en favor de las necesidades de los niños desde el cuidado y el respeto. Admiro mucho este tipo de planteamientos:

Si este libro ha establecido algo, es que las fuerzas responsables de que los deberes atiborren las mochilas de nuestro hijos son múltiples y poderosas. Pero ya hemos superado estas fuerzas en otras ocasiones. Hemos cuestionado otras creencias infundadas, hasta conseguir cambiarlas. Si los deberes persisten a causa de un mito, nosotros les debemos a todos los niños luchas por una política que se base en lo que es verdadero y tiene sentido para ellos” (pag. 234) 

2 comentarios
  • Yo no estoy de acuerdo con lo aqui escrito, pienso sinceramente que hay muchos elementos que no han podido ser considerados en cuenta. Pero valoro mucho vuestra opinion, es un buen articulo.
    Saludos

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