Cómo mejorar la relación con tus padres en cinco pasos
Ya he dejado constancia en anteriores post de lo difíciles que pueden llegar a ser las relaciones entre padres e hijos
En este post te planteo maneras en las que puedes mejorar la relación entre tú y tus padres.
¡Espero que te sirvan tanto como me sirvieron a mí y a otras personas con las que he trabajado!
1.Entender las circunstancias de los padres
Tener una relación fluida con los padres es un proceso que tiene que ver más con el corazón (la parte emocional) que con la cabeza (la parte más racional). Este primer apartado se relaciona más la parte más racional. A veces para llegar al corazón nos resulta útil entender la historia de nuestros padres.
Como los recuerdos de nuestros padres siempre son siendo éstos ya adultos, nos resulta difícil imaginárnoslos como niños, adolescentes o jóvenes adultos. Utilizando una metáfora donde la vida de nuestros padres fuera un cuadro, es como si en nuestra relación con ellos viéramos este cuadro de forma incompleta.
Lo que te planteo es tratar de ver el cuadro de una manera más completa. Para conseguir esto te planteo un ejercicio.
Escribe una biografía del progenitor con el que tengas más problemas, desde que nacen hasta que el momento presente (Si hubiera fallecido hasta el momento de la muerte). Hazlo en primera persona, como si el que estuviera escribiendo dicha biografía fuera tu propio padre o madre.
Presta especial atención en cómo era la situación en que se encontraban sus padres (es decir tus abuelos): Hechos importantes que hubieran ocurrido antes del nacimiento (muertes de familiares, familiares con enfermedades físicas o mentales, miembros de la familia mal vistos en ésta, abortos o hijos fallecidos), situación económica en el nacimiento, relación de sus padres (tus abuelos) con sus padres (bisabuelos).
Trata de hacer énfasis en momentos clave del ciclo vital como son la escolarización y relación con sus iguales hasta los 10 años, miembros de la familia con los que tenía más relación, la adolescencia y la relación con sus propios padres, relaciones sentimentales previas a conocer a tu madre o padre, primer trabajo.
No dudes en preguntarles a tus padres sobre su propia historia. Por mi experiencia a éstos les suele agradar que les preguntes sobre su propia vida. Podéis planteárselo como un trabajo que estáis haciendo para conocer vuestras raíces.
A veces en las familias hay “secretos”, o hechos profundamente dolorosos, que no se quieren desvelar. Debes ser muy respetuoso y cuidadoso si aparecen, evitando profundizar en ellos si hay obstáculos por parte de los padres para hablar sobre éstos.
2. El cambio depende del hijo
Puede que hayas tenido experiencias profundamente dolorosas con tu madre o tu padre (o con ambos).
Puede que las emociones que más predominan son rabia y odio cuando piensas en ellos o los ves.
Puede que necesites un “Lo siento” o que te pidan perdón por algo.
Es absolutamente lícito todo esto. Tienes derecho a sentirlo…Pero lo más probable es que te lleve a un estado de sufrimiento continuo.
Quizás esto que te digo te puede sonar raro pero un padre SIEMPRE quiere lo mejor para su hijo. Lo que pasa es que cada padre entiende esto de una manera diferente, en función de variables como:
- La educación recibida
- La capacidad de darse cuenta de lo que le motiva a actuar de una manera determinada (introspección).
A modo aproximativo. Si vuestros padres crecieron bajo un régimen totalitario, inflexible y rígido (por ejemplo la dictadura de Franco en España), la capacidad de cuestionarse los valores o principios éticos o morales es menor. Por lo que es probable que no tengan la capacidad de cuestionar la educación que te dieron.
Consideran que, teniendo en cuenta las circunstancias, lo hicieron lo mejor que pudieron contigo, de ahí que desde su perspectiva no tienen que disculparse de nada.
Tú tienes la posibilidad de hacer algo que tus padres no pudieron hacer con los suyos: información y facilidad para conseguir apoyos (psicólogos, asociaciones, grupos de apoyo, etc) para sanar tus heridas y acercarte a ellos.
3. Nos dieron lo suficiente
La labor de un padre es poner límites y enseñarnos a convivir en sociedad. Eso significa que tienen la ingrata labor de que aprendamos a frustrarnos.
Tu podrás pensar: “¡Vale! ¡Pero hay maneras y maneras de hacerlo!” Si piensas así es porque probablemente vivas en un estado continúo de frustración hacia ellos, poniendo énfasis en todo lo que NO te dieron y que tú consideras que necesitabas.
Pero, si estás leyendo esto es porque te dieron lo imprescindible. Te dieron lo suficiente para vivir. Eso ya es un motivo para estarles agradecidos eternamente, el resto puedes conseguirlo tú por tus propios medios.
Decide tu si la botella está medio llena o medio vacía.
4. No tiene que ver contigo
¿Alguna vez te ha ocurrido que has tenido algún problema con una persona (compañero de trabajo, jefe, pareja, etc) que te ha dejado encabronado, y lo has pagado con una persona que no pintaba nada en este asunto?
Seguramente sabes a que me refiero, ¿verdad?
Pues esto ocurre frecuentemente a nuestros padres con nosotros. No voy a hablar de los motivos por los que ocurre esto. Lo importante es que os deis cuenta cuando esto ocurra para no entrar en una guerra que no va con vosotros.
Te explico una manera útil y sencilla para no entrar en disputas en estos casos. Imagínate que tu padre/madre es un francotirador que está disparando a un enemigo. Cuando dispare unas de sus “balas” da un paso hacia la izquierda o la derecha, y mentalmente te repites “Yo no soy el destinatario real de esa bala, el enemigo es otro”
5. Pequeños cambios hacen grandes efectos
Simplemente siendo conscientes de estas dificultades, con cambiar nuestra actitud interna hacia ellos ya estamos haciendo grandes cambios en la relación con ellos.
No hagáis nada que os suponga un sobresfuerzo o una obligación. Dejaos llevar por lo que necesitáis en cada momento, experimentando con formas diferentes de relacionaros con ellos, siendo siempre respetuosos con vuestros límites.
Casi todos los modelos de intervención en psicoterapia coinciden en considerar que la personalidad de las personas, con sus aspectos más beneficiosos y más perjudiciales, tiene su origen en la relación con los padres.
La relación con los padres es la más compleja de todas las relaciones que mantenemos con otras personas. Si estas recomendaciones no son suficientes para ti no tienes porque caer en la frustración. Como te he señalado antes puedes recurrir a unos apoyos a los que tus padres nunca pudieron acceder.
Lo importante es que has empezado un viaje que te va a hacer más sabio/a y también más feliz.
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Este post está dedicado a Lola Campos, uno de mis formadores, de quien he aprendido alguna de estas técnicas y quien me introdujo en el modelo de las constelaciones familiares.
Me gustado mucho Oscar.. interesante y sobretodo enriquecedor!
Me alegro que te guste Sheila. Muchas gracias por dejar un comentario.